XV El Diablo

Pertenece al número 15

 

Primer septenario = Vida personal
Segundo septenario = Individualidad
Tercer septenario = Ya no me afecta a mí. Es el Septenario del olvido de mí.
Es un septenario de "No YO"

 

Al diablo se la asocia con Saturno.

Es una de las primeras cartas que nos enfrentan con el fenómeno colectivo. Nos obliga a asumir nuestra responsabilidad.
Está guardando la puerta del umbral.
Si una persona no acepta su responsabilidad, no se le permite entrar en el templo.
El diablo es como un portero. Aparece como un terrible enemigo cuando uno no está preparado, también puede ser un gran aliado cuando uno está preparado, puesto que te deja pasar a través de... Te abre la puerta del umbral. El demonio aparece en la vida cotidiana como la consciencia.

 

La ignorancia es un arma muy poderosa, puesto que se ajusta a cualquier norma. El diablo aparece en nuestro interior cuando hablamos de normalidad, condenamos, atacamos y discutimos de lo que es normal, natural etc.

 

No hay nada en la naturaleza que una cultura no pueda cambiar y no hay cultural que no pueda transformarse.

Conducta normal, en un plano muy íntimo, es un código de : me lo dijo mi abuelita, me lo dijo papá...

Lo real: es una situación individual, no es REAL lo que te diga un rótulo.

 

Cuando uno se escuda en una excusa ante algo, es el miedo que tiene asumir cualquier situación, y eso demuestra una falta de responsabilidad, por no tener en cuenta la individualidad de cada caso.

 

Cada vez que se dice:
las reglas no lo permiten, las reglas no lo dejan..., hay un mensaje, y este mensaje es: no me atrevo asumir la responsabilidad.

La última etapa del Tarot consiste en una preparación íntegra. Completa para asumir la plena responsabilidad individual, incluso la ética.
Cuando se culpa a algo o a alguien, tanto sea: la culpa del Siglo XX, la culpa de la sociedad, la culpa de la política etc. Es no asumir la responsabilidad individual ante cada circunstancia colectiva, si fuera así no habría guerras.

 

El diablo es la purga de todos los valores básicos que no se han cuestionado.
Un individuo no puede decir imperialmente SI a SI MISMO, sino está dispuesto a morir en cada circunstancia.

 

El diablo es el miedo a asumir cualquier responsabilidad para enfrentar o entender al demonio. Es decir adiós a todas las normas, y dar una respuesta por ti mismo, sea sí, o sea no, pero una respuesta individual y asumiendo toda responsabilidad.

Es fundamental olvidarse de lo que somos. Si uno tiene miedo ¿cómo puede permitir que aparezca el demonio? Cuando un miedo genera otro miedo, y este a otro, y así sucesivamente, es cuando se forma una sociedad de miembros asustados.

El demonio es una gran prueba y obstáculo para ver si llegas a Ti Mismo, y por eso es la sombra y el obstáculo.

 

Según Jung:
"Inconsciente colectivo = ser individual normalmente = a una combinación original de productos colectivos".

 

Original= Combinación
Colectividad = Todo lo que los demás llevan
Individual = Un suéter tal, un pantalón tal, etc.

 

Por ejemplo
Aquellas señoras que se encuentran y llevan el mismo vestido, y una exclama ¡ que horror¡ y ahí te das cuenta de aquello que creías que eras tú, no es más que un papel. Eso es individualizarse.
Individualizarse, no por el despliegue que hay en sí, sino por dentro, en relación a diferenciarse.

 

La individualidad, no tiene nada que ver, con tomar eso o aquello, sino un despliegue pleno.

"No eres más tu, por dejar de ponerte o no ponerte aquello".

Si es eso lo que se lleva, o ser rebelde porque se lleva un modelo de rebeldía (modas, patrones sociales...), sino porque realmente te dejas fluir.

 

La individualidad no tiene nada que ver con un remiendo de trozos, sino como una expresión plena de adentro.

Cuando se llega al diablo se llega al momento de tener que decir no se nada, no sé, como voy a actuar en una determinada circunstancia, sino una actuación de dentro.

Si esa etapa no se supera, cuando se habla de transcendencia, no son más que apaños para sentirse más seguro, cuando el demonio es lo más inseguro que existe.
Hay que pasar la imaginación del tiempo. Si aceptamos el presente nos libraremos de la esclavitud del futuro, y de la angustia de la liberación.

 

El pasado y el porvenir: entorpecen el resto saludable de la riqueza, la renuncia al pasado y al porvenir es la primera de las renuncias.

Cuando se siente desilusión por un placer que se esperaba, la causa de la desilusión, es que se ESPERABA (del porvenir)

Tiempo es igual a la mayor de las mentiras, lo único que hay es el ahora. Puesto que no hay dos veces la misma oportunidad, no hay dos veces que se repitan las mismas cosas iguales, por eso hay un ahora.

 

La imaginación es la fuente del apego.

"El que sufre, y en su sufrimiento imagina soluciones, imagina a DIOS".

"No hay posibilidad de acceder arriba, sin un vaciamiento del apego de nosotros mismos".

 

Una sola situación para vivir el vacío como regeneración y es:

"cuando se sufre y se comprende lo irracional de su sufrimiento, está muy próximo y cerca de la visión".

"El que busca su justificación a su sufrimiento, ha cerrado la puerta a esta visión".