Es una planta bienal, con la raíz endurecida durante el segundo año de vegetar y con tallos hasta 4 palmos de altura. En las hojas se encuentra una esencia  y dos alcaloides fluidos, sin oxígeno, la pirrolidona y la daucina. En los frutos existen cantidades poco menos que imponderables de otro alcaloide, y de 0,5 a 1,6% de esencia.

 

Se cría en lugares incultos, barbechos, ribazos... de todo el país, en las huertas se cultiva una variedad de raíz carnosa, muy gruesa, amarilla, anaranjada o rojiza. Su floración es de mayo en adelante, y maduran sus frutos en verano y otoño.

 

La raíz de la planta silvestre, es diurética, lo mismo que los frutos, que son muy aromáticos. La raíz de la zanahoria cultivada es excelente contra las anemias y las avitaminosis de los adolescentes. En la diarrea infantil ha dado tan buenos resultados como la manzana.

 

Como diurética, la raíz de la planta silvestre se toma en infusión, en cantidad de 15 gramos por litro de agua; cuando ésta hierve se echa la raíz, y se deja enfriar. Se toma una taza de esta infusión tres veces al día, después de las comidas. Cuando se emplean los frutos, se administran también en infusión; 1 cucharadita de café bien colmada por cada taza de agua.

 

La raíz de zanahoria cultivada, cruda y después de limpiarla bien, se ralla, se adereza con aceite y un chorrito de zumo de limón. En estas condiciones es excelente como manantial de vitaminas, para combatir la anemia y la palidez.